Se le solicita a las agencias de traducciones que trabajen con un banco de datos bilingüe. En dicho banco de datos se guardan todas las traducciones.
La gracia de este banco de datos es que le ofrece al cliente una escala para la formación de precios. Pues ahora sí se puede cuantificar exactamente el trabajo que requiere una traducción.
De esta forma el cliente puede ahorrarse las licitaciones y especificar concretamente un precio.
Los efectos secundarios también son muy agradables pues el traductor ve los resultados de la traducción anterior. Así puede orientarse a los contenidos y al estilo de redacción.
Estos bancos de datos bilingües son los denominados activos inmateriales. Por año el valor de estos bancos de datos crece en función al volumen de encargos que Ud. entregue externamente.